martes, 16 de julio de 2013

Blerching

La verdad es que estoy algo decepcionado conmigo mismo al pensar que durante dos días no he escrito nada en el blog como me propuse, pero rápidamente me doy cuenta de que en los últimos días he estado más pendiente de hacerlo que en varios meses atrás, quizá desde que lo abrí en diciembre para aprobar Economía II. A pesar de que efectivamente no he publicado nada nuevo y que tampoco he escrito ningún borrador, he estado preocupado por hacerlo. Si no lo he hecho ha sido sinceramente por vagancia, por dejarlo para otro momento, y también porque he pasado muchas horas jugando al último Bioshock. Pero también he hecho otras cosas, he pasado tiempo con amigos, pasé por el Santiago Bernabeu para ver la presentación de Asier Illarramendi, y he comenzado por segunda vez a leer la Posmodernidad de David Lyon. Realmente son tres temas que me gustaría tratar por separado, así que quizá lo mejor sea publicar este mini-post para poder escribir otros que hablen de ello.
Por último también me gustaría mencionar algo que puede ser importante para mi de cara a los próximos meses: el Blerch. Lo explicaré detenidamente en el próximo post.

viernes, 12 de julio de 2013

Me guuuusta

Hoy voy a cumplir con mi propósito de ayer, muy en contra de lo que pensé esta mañana, y voy a postear mi reflexión diaria porque estoy muy contento. Como ya sabes, Nadie (me dirijo directamente a Nadie porque obviamente por aquí no pasa ni dios, pero yo quiero dejar constancia de las cosas que hago), ayer me propuse cambiar mi rutina diaria con el objetivo de encontrar algo a lo que dedicarme estas vacaciones.
De modo que estoy muy contento porque, tras todo el mes de junio frustrado porque no conseguía instalar el Sony Vegas en mi portátil jurásico para divertirme un poco y aprender con la edición de vídeo, esta mañana me he sentado a pensar las razones por las que no conseguía instalarlo, y resulta que mi portátil no había instalado ninguna actualización de Windows Vista desde que nació en 2006, no sé muy bien por qué. El caso es que dediqué gran parte del día a instalar primero el Windows Vista Service Pack (SP) 1, y después el  SP2, ya que no podía instalar las últimas actualizaciones directamente. Como la espera ha sido muy larga, durante todo ese tiempo me he dedicado a conseguir la Medalla Ala del sexto gimnasio de Hoenn en el Pokemon Esmeralda que hace unos días me prestó amablemente Agustín Flowalistik. Estoy contento con mi equipo pokemon de momento, aunque me falta mucho para llegar a un nivel competitivo en el reto de Almuñécar, tiempo al tiempo...

Aun tengo la duda de si tengo que instalar un SP3 en el caso de que lo haya, porque realmente no entiendo mucho de ordenadores. El caso es que por fin fue compatible mi ordenador con el Sony Vegas Pro 11, no he querido instalar la última versión por miedo a que me pasara igual que antes. Por lo pronto estoy satisfecho con el día de hoy porque, además de todo esto (toooooodo ese enooooooorme trabaaaajo), por fin he sacado mi preciada hamaca y la he colgado en el balcón (L)(L). Subiría una foto de ella pero no tengo tiempo porque voy a salir con unos amigos, mejor otro día.

En fin, no es una entrada siquiera cercanamente extensa, pero al menos he escrito cosas y he podido ver que hoy no ha sido un día del todo perdido. Ya le eché un ojo a algún tutorial para usar el Sony Vegas, pero en los próximos días pretendo hacer un cursillo autodidáctico muy completo, y espero que no me cueste mucho. Para terminar siempre me gusta dejar alguna canción, pero últimamente solo escucho hip hop australiano (altamente recomendado con la recuperación de las bases old school renovadas) como lo que dejé ayer, así que voy a pulsar siguiente en mi lista de reproducción del móvil a ver qué mariconada aparece. Buenas noches!


jueves, 11 de julio de 2013

ReStart

Desde las últimas semanas del curso hasta el día de hoy he estado dándole vueltas a algunas ideas que he tenido para hacer en verano. No es nada especial, simplemente un día pensé: "Madre mía, tengo examen mañana y me he pasado todo el puto día viendo gilipolleces en Internet".  Y de un modo muy absurdo, ni siquiera recuerdo muy bien cómo, acabé en el canal de YouTube de Bollicao... No siento ningún reparo al confesar que me fui a dormir cerca de las cinco de la mañana.

Al día siguiente tenía examen de Teoría Sociológica Contemporánea y estaba realmente dormido. De hecho, me levanté temprano y desorientado porque iba a llegar tarde al examen de las 9. Vía whatsapp me enteré de que el examen era a las 16h y respiré tranquilo. Durante el examen yo estaba muy convencido de que me estaba saliendo todo muy bien, y tuve fallos garrafales de los que me siento avergonzado, además de que era la única asignatura del segundo cuatrimestre que de verdad me interesaba, también porque delante de mis compañeros iba muy sobrado... Terminé por conseguir un miserable Aprobado que hoy todavía me revuelve las entrañas.

Seguía pensando en esto de YouTube, y más en general de todas las cosas fantásticas que hay en nuestro amado Internet. Me di cuenta de la cantidad exagerada de tiempo que había pasado durante los últimos años viendo las cosas que otros hacían y subían a Internet. Recuerdo que pensé: "¿Cómo es posible que haya cosas tan guays en Internet y nunca se acaben? Es como si la gente no dejara nunca de hacer cosas y subirlas". Fue una de las revelaciones más obvias y estúpidas de la historia, pero era cierto. Detrás de todos los gifs, memes, fotos, vídeos, blogs, webs, etc., hay gente que se dedica a crear este tipo de contenido para Internet. Y lo más grandioso es que lo hacen a su manera, dentro de lo posible. Se me ocurren un montón de líneas de disertación sociológica sobre este tema y su desarrollo en el tiempo actual pero eso voy a intentar recogerlo en otro lugar y en otro momento. El tema principal de este post es mi despertar en la vida (aunque suene un poco cursi/mierder lo voy a llamar así porque así es como lo he pensado), ya que pretendo hacer de este momento un punto de inflexión importante en mi forma de enfrentarme a las cosas.

Hasta hace bien poco (y no exagero, hasta esta misma tarde) mi modus vivendi se ha basado en observar con atención lo que hacen los demás, perfilar mis gustos personales en diferentes ámbitos como la música, el deporte (entre comillas), comida, videojuegos, programas de televisión, géneros literarios, y sobre todo humor, aunque no soy una persona naturalmente graciosa. Disfruto mucho al reír, y no me importa hacerlo a solas. Me siento bien al pensar que hay personas suficientemente inteligentes como para hacer o decir algo que resulte humorístico, en sus infinitas variables, y que a la vez yo soy suficientemente inteligente para comprenderlo. En definitiva, lo que he hecho durante toda mi vida ha sido contemplar el trabajo y el esfuerzo de otros sin que esto me incitara a esforzarme y trabajar por mí mismo, hablando en términos internáuticos, sin crear contenido propio. La gente le echa un par de huevos y hace cosas que le apasionan, y las comparte con el resto de internautas, como ha hecho el genial Agustín Flowalistik.

Hoy, gracias a HolaSoyGerman y a @ChekoPinkman, he decidido comenzar a esforzarme y a trabajar para hacer algo. Aun no tengo muy claro qué, pero seguro que va a estar relacionado con Internet. Tengo muchas ideas a las que dar forma, sobre muchas cosas diferentes, desde el humor más absurder hasta  la gran disciplina académica y científica que es la Sociología. No voy a agobiarme, voy a empezar por el principio, escribiendo en este blog una reflexión diaria como mínimo y a partir de ahí irán surgiendo más cosas. Este es el primero de (espero) muchos posts en los que voy a ofrecer a cualquier desgraciado que acabe por error en esta página mi punto de vista sobre la vida. Intentaré tocar todos los temas y experimentar con varios formatos. Con paciencia y perseverancia. Un hombre no se hace en un día.



miércoles, 10 de julio de 2013

Púrpura

Siento las veladas y suaves caricias, casi secretas, que me ofrece este tiempo tan inusual de julio. Sobre la línea de fuga a la izquierda se yerguen los edificios de viviendas, como fondo un tapiz rosado cuyos reflejos naranjas y sombras azules resultan casi artificiales. El contraste entre lo humano y el resto del espacio se torna más enrevesado, al ritmo que marca el cepillo de una dama sin rostro sobre sus crines. Es obsesivo.