miércoles, 6 de febrero de 2013

Teoría del Desarrollo Capitalista

La lectura propuesta en clase a mediados del curso me hace reflexionar sobre varias cuestiones que, a mi juicio, son muy importantes para comprender el fenómeno social. La primera y más importante es que resulta una tarea verdaderamente complicada comprender el fenómeno social en su totalidad, es prácticamente imposible establecer siquiera una lista de los aspectos más importantes de la sociedad, porque alguien podría llegar a refutar por completo dicha lista y demostrar con las mismas u otras palabras que existen otros aspectos más importantes y que no han sido incluidos en la lista primera. En consecuencia, como estudiante de sociología que soy, no puedo permitirme aceptar sin grado crítico cualquier definición o juicio de valor que se haga sobre la sociedad. Más bien me siento obligado a intentar comprender y organizar todas estas definiciones que aparecen en el tiempo, sin pararme a valorar. Cualquier postura bien argumentada es válida hasta que se argumente mejor alguna contraria. En segundo lugar, encuentro fundamental el proceso de atribución de "valor" al dinero y cómo ha evolucionado este concepto a lo largo de la historia.
Ya entrando en la materia que trata Paul Sweezy en sus escritos de 1942, tras la detallada descripción que se hace del "método abstracto-deductivo" que utilizaba Marx para elaborar sus razonamientos y teorías, y puntualizar la importancia de diferenciar lo esencial de lo no esencial a la hora de elegir el tipo de abstracción que realizamos; se explica que el estado capitalista de la sociedad se caracteriza por el dominio que ejerce el proceso de producción sobre el hombre -en lugar de ser controlado por él- a través de la interrelación entre los factores económicos y no económicos de la vida social. El resultado de las observaciones de Marx es la ya clásica separación de las condiciones de libertad entre los patrones y los obreros, los primeros libres e iguales entre ellos y los segundos brutalmente sometidos a los primeros. El capital es la fuerza que todo lo domina en la sociedad burguesa, por lo que todas las relaciones se presuponen provisionalmente alejadas entre sí y dependientes del mismo. 
Se trabajan conceptos como "valor de uso" o "trabajo abstracto", en los que se juntan explicaciones del propio Marx con puntualizaciones específicas de Sweezy, que buscan establecer unas proporciones justas y adecuadas a cada situación de producción y consumo de mercancías. Uno de los apuntes más curiosos que se hacen es que "el trabajo más calificado debe tener una mayor capacidad de producir valor". Aunque está perfectamente claro que con "valor" se refiere al valor monetario y a todo lo que eso conlleva -adecuación de precios, de salarios, etc.-, me llama la atención que sea así porque, leyendo a Marx y entendiendo su propuesta última de sociedad sin clases, creo que se busca un modelo en el que las cuestiones de dinero pasen a un segundo plano, o quizá ni siquiera deban existir, donde lo importante o "valioso" es el bienestar y la justicia social, y los temas monetarios son superfluos. De todas formas, dado el contexto histórico de la obra y sus conclusiones, se entiende perfectamente la tesis del autor. Tras especificar otros conceptos interesantes, como la "ley de valor", la mercancía, el establecimiento de la fuerza de trabajo como una mercancía, la diferencia entre "precio" y "precio de producción", o los factores de los que depende el valor de la plusvalía, el autor utiliza el pensamiento económico de Marx y su método "abstracto-deductivo" para proponer modelos duraderos de nuevo capitalismo.

Es una lectura muy recomendable, sin embargo el conflicto existe y ha existido siempre. Depende, como todo lo demás, de nosotros mismos.



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